BLOG SUNDISA
La publicidad exterior en la campaña electoral británica.
lunes 18, mayo 2015
Desde el icónico cartel de Saatchi & Saatchi en 2001 ‘Labour isn’t Working’ para los Conservadores, hasta la foto de William Hague adornada con el pelo de Margaret Thatcher, los posters de las campañas políticas han sido una institución en el Reino Unido.
Histórico cartel de los Conservadores, creado por Saatchi&Saatchi para las elecciones generales de 2001. En él se refieren a las largas colas en la oficina del desempleo generadas durante el Gobierno Laborista (Labour=trabajo)
Polémica campaña de los Laboristas en 2001, alertando a los votantes sobre el peligro de la vuelta a la dureza de Thatcher si votaban al candidato Conservador Hague.
Los Británicos se han acostumbrados a las fotos de los candidatos posando delante de una valla móvil con la gráfica de sus partidos. Es el pistoletazo de salida de sus campañas electorales. Más que campañas de exterior a escala, su intención es convertirlas en hitos de relaciones públicas, pensados para conseguir la máxima cobertura en los medios y toda la viralidad posible en las redes sociales.
Según Johnny Hornby, fundador de la agencia inglesa The&Partnership artífice de la campaña de Tony Blair del 97 "antes, cuando veías la presentación del cartel en una gran valla móvil, era porque ibas a ver 2.000 de ellas repartidas por toda la ciudad. Ahora el partido Conservador dedica más presupuesto a anuncios digitales y sofisticados emails al estilo Obama".
Según Al Young, socio creativo de St Luke’s, aunque el cambio a la publicidad digital tenga sentido, quizás estemos infravalorando el impacto de la publicidad exterior en nuestra psique.
"Querer influir al electorado a través de la intimidad de las campañas digitales parece lógico a nivel racional. Pero lo es a nivel emocional? Las enormes vallas en la calle tienen algo tremendamente imponente. Es el poder del símbolo, el poder de la ubicuidad. Y cuando quieres influir en millones de personas sobre el tipo de país en que quieren vivir, necesitas más dimensión que intimidad".
Y qué pasa con los mensajes?
Johnny Hornby, el creador del histórico cartel que presentaba al candidato conservador William Hague con el pelo de Margaret Thatcher que pasó a la historia, cree que para crear una buena pieza de creatividad política hay que combinar muy cuidadosamente un cierto grado de malicia con una buena parte de sentido del humor, que permita una lectura inteligente del mensaje.
Os dejamos aquí las imágenes de las gráficas utilizadas en la reciente campaña electoral británica para que juzguéis por vosotros mismos.
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